El Ciclismo y el Acero: una relación de muchos años
La importancia que tiene el ciclismo en nuestro país crece todos los días, gracias a la desafiante geografía colombiana en donde se han preparado nuestros pedalistas colombianos, quienes, con su esfuerzo, han hecho hinchar el pecho de millones de personas por los triunfos obtenidos en los más importantes torneos a nivel mundial, como el logrado en el pasado Giro de Italia o en el actual Tour de Francia.
El acero y el ciclismo guardan una relación de muchas décadas, tanto que al escuchar la conocida metáfora “Caballito de Acero” es inevitable evocar la bicicleta y semejarla con la figura de un caballo y con la fuerza y resistencia de este metal.
Desde los años 50, todas las bicicletas se hacían de acero y hierro, por cuanto al ser un material resistente y rígido las hacía muy seguras y flexibles, convirtiéndolas en un medio muy confortable para sus usuarios. Por otra parte, al ser de acero absorben muy bien las vibraciones que se producen al andar lo que permite, en caso de romperse, arreglarse más fácilmente y con poco dinero, pues todos conocemos las ventajas de poder soldar una pieza. Siempre es más fácil soldar acero que aluminio, lo que es especialmente importante en caso de viajar por lugares remotos.
En este mismo orden de ideas, una característica relevante de una bicicleta de acero es que no suele perder propiedades con el tiempo, es decir, hay bicicletas hecha con este material que pueden durar perfectamente 40 años y se ven como el primer día. Tienen una mayor vida útil debido a su gran resistencia. Esta es la característica principal, es un material que no tiene memoria y por ello no acumula fatiga. Un buen cuadro de acero puede durar toda la vida.
Se tiende a pensar que una desventaja frente a bicicletas hechas con otro material, por ejemplo el aluminio, es el peso. Sin embargo, las modernas aleaciones de acero de calidad difieren muy poco en peso con el aluminio. Para un cuadro de igual geometría y talla esta diferencia está en torno a los 200-300 gr. Las bicicletas de montaña de acero siguen siendo ideales para un género conocido como “descenso” ya que el pesado marco de acero permite permanecer estable durante los giros y maniobras de alta velocidad.
En términos generales, las bicicletas pueden ser construidas principalmente de cuatro materiales: Acero, Aluminio, Titanio o Fibra de carbono. Sin embargo, en el sector del cicloturismo, la gran mayoría son de acero, las aleaciones de este material de alta calidad son bastante populares entre los cicloturistas exigentes. Según ABC of Mountain Biking: las bicicletas construidas en acero ofrecen la absorción de impactos, así como una relación de resistencia-peso excepcional lo que las convierte en únicas.
En cuanto a las marcas de tubería de acero, los dos grandes clásicos son Columbus y Reynolds. Ambas fabrican bicicletas de acero y su calidad es excepcional; tienen la opción de hacer el cuadro a la medida y con el acero que se desee, haciendo que la bicicleta se adapte a nuestro cuerpo.
En el caso colombiano, Tubos Colmena es uno de los grandes proveedores de tubería en acero para la producción de bicicletas, entre sus principales clientes está GW, empresa conocida por suminnistrarle las bicicletas a Mariana Pajón, doble campeona olímpica colombiana de BMX.
Según los expertos, la formulación más conocida de Columbus es el acero Nivacrom, de gran calidad y muy utilizado en cicloturismo en la conocida serie Zona. Otra formulación de alta gama es la Niobium, una aleación con Manganeso, Cromo, Niquel, Molibdeno y Niobio, aún más resistente y considerada la evolución del Nivacrom. Por último, existe la formulación de acero inoxidable llamada XCR, un acero martensítico que posee una alta relación resistencia/peso (mejor que las aleaciones de titanio y aluminio) que permite realizar tubos muy delgados y prácticamente indestructibles. Las familias de tubos Columbus más usadas en cicloturismo son Zona, Life, Spirit, XCR y Cromor.
En fin, como vemos la bicicleta es un medio de transporte emblemático en nuestro país y el acero ha permanecido a lo largo de la historia en la construcción de este medio. En cualquier caso, el acero sigue vivo en la industria del ciclismo y seguro que lo seguirá siendo por mucho tiempo más. Lo cierto es que este fenómeno está tan arraigado en nuestro diario vivir que no es extraño ver hombres y mujeres de todas las edades transitar por las ciclovías y carreteras de nuestro país. Algunos seguramente lo harán por economía, muchos otros por salud, otros pocos por consciencia ambiental o simplemente por disciplina deportiva, pero todos coincidimos en que la bicicleta ya forma parte de nuestro paisaje y de nuestro estilo de vida.
Artículo originalmente publicado en InfoAcero