Aplicando la Prospectiva En La Empresa
Imagina que pudieras tener una bola de cristal de esas que usan los gitanos para poder predecir el futuro de tu negocio y saber con anticipación si las acciones que estas tomando hoy te traerán los frutos deseados mañana. ¡Sería maravilloso! (y aburrido.... ) Y es que en cuestión de negocios siempre existen y existirán riesgos. Desde el primer día que abres las puertas de tu empresa y mucho antes, te enfrentas a un sin fin de variables que pueden hacer que las cosas salgan mejor de lo planeado o al contrario. Medir los riesgos y lograr resultados es es justamente lo que hace que emprender sea una experiencia emocionante que nos hace estar preparados para todo en todo momento. Sin embargo, aunque no tenemos esa mágica bola de cristal, sí existen herramientas muy valiosas para poder proyectar los resultados que obtendremos y que nos permiten poder anticiparnos y tomar mejores decisiones en bien del éxito de nuestra nueva empresa. Cuando estamos planeando nuestro negocio surgen infinidad de interrogantes:
¿Cuánto invertir?
¿Qué producto comprar?
¿El precio será el correcto?
¿Cómo atraer a los clientes?
¿Cómo debo registrar mi empresa?
¿Cuánto debo cobrar?
¿Dónde debo promover mi negocio?
Y aunque no es fácil responder a esas preguntas, hoy te comparto una poderosa herramienta de planificación estratégica denominada prospectiva que puedes aplicar en la planificación de tu nueva empresa.
¿Qué es la Prospectiva?
Para describirla en forma sencilla, diremos que la prospectiva es una técnica para proyectar el futuro basado en el análisis de fenómenos presentes. La prospectiva nació en los años 60s y desde su concepción ha sido utilizada para planificación estratégica de tipo militar, en aviación, en economía y en los negocios. Se puede decir entonces que la prospectiva es una metodología que unifica experiencias, pensamientos y sentimientos que permiten estructurar el futuro. La prospectiva de hecho es un tema de estudio muy amplio que se puede aprender en profundidad y que te invito a hacerlo si es de tu interés. Sin embargo para fines de la línea temática de ideas de negocios, te comparto algunos conceptos prácticos que puedes aplicar en tu propio negocio.
“La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo.” - Steve Jobs
Cómo Funciona la Prospectiva En Los Negocios?
La razón por la que aprendemos sobre prospectiva es por el hecho de que la misma nos hace una diferencia entre dos corrientes de pensamiento:
- Pensar que el futuro es incierto y no está en nuestro control
- Pensar que el futuro se construye (prospectiva)
De hecho, la prospectiva dice que tu futuro depende fundamentalmente de las acciones que tomas hoy.
- Buenas acciones = buenos resultados
- Malas acciones = malos resultados
- Sin acciones = sin resultados
Incluso en algún momento sugiere que si tu no construyes tu futuro, alguien más lo hará porque los seres humanos somos interdependientes y por inacción alguien más estaría influyendo en tu futuro. Y si bien esto pareciera más una clase de filosofía, realmente no es así. A donde quiero llegar es al punto de que todos necesitamos estar conscientes de la importancia de nuestras acciones y de cómo estas incide en lo que obtendremos en las próximas horas, semanas, meses o años.
¿Cómo aplicar la prospectiva en mi negocio?
Para entrar en aspectos prácticos, diremos que el primer paso en la utilización de esta técnica consiste en simular escenarios. Hay diversidad de formas de hacerlo, sin embargo usaremos una metodología muy simple. Un escenario es un ejercicio que te permite imaginar y visualizar las diferentes opciones y alternativas que se te presentan en un proceso de planificación. Así que debes tomar papel y lápiz y comenzar a describir los siguientes escenarios.
Escenario Optimista
Aquí debes plantear el desarrollo de tu negocio de la forma más optimista. Debes imaginar las mejores condiciones para iniciar, los tiempos más óptimos, debes proyectar los mejores volúmenes de ventas y con los precios más convenientes que puedes dar. Debes imaginar que riegos podrías enfrentar y las posibles salidas en el proceso de tal manera que las cosas salgan lo mejor posible. Describe con detalle este escenario.
Escenario Pesimista
Contrario al anterior, acá debes describir lo peor que te podría pasar si las cosas no salieran bien. Imagina que podría fallar, que problemas podrían surgir en la producción, intenta describir que riesgos inminentes podrías encontrar y cómo podrías resolverlos. Plantea que ocurriría si tus ventas no son las esperadas o si la gente no gusta de tus productos o servicios. Describe este escenario y deja que tu mente vuele y anticipe soluciones.
Escenario Probable
Después de haber elaborado los dos anteriores, deberás ahora plantear un escenario llamado probable y que tiene que ver con encontrar el equilibrio ideal entre lo mejor que te puede ocurrir y lo peor que las cosas podrían salir. Es justo acá a donde deberías llegar para que tu negocio tenga un futuro prometedor. Imagina las condiciones que tienen que ocurrir para estos escenarios y descubrirás como en el proceso tu mente vuela y se anticipa a encontrar soluciones para esas miles de interrogantes que hay en tu cabeza. Y es justamente ese el éxito de esta técnica. Finalmente toma en cuenta los siguientes puntos para dar la estructura correcta al planteamiento de los escenarios:
Situación del punto de partida: ¿cómo comenzar?
Trayectoria futura ¿qué hacer después?
Posibles situaciones de riesgo ¿qué podría salir mal?
Horizontes de tiempo (corto, mediano y largo plazo)
Resultados probables ¿a dónde llegaré?
